Adolfo M. Vaccaro Sitio oficial

contacto | biografia | site info
 
Compartí este texto: Facebook Meneame Googledelicio.us Sonico MySpace Digg Technorati TwitThis LinkedIn Mixx

Ensayos y política - 01 de Enero de 2004

¡Urgente! Ha desaparecido la sonrisa

¡Urgente!-Ha-desaparecido-la-sonrisa
Han raptado a la sonrisa. Hay alguien que ha dicho que se encuentra encadenada junto a los containeres de algún hangar, que fuera propiedad del portador de la escopeta embozada, dialogando con las penumbras que transmiten los fantasmas opulentos, provenientes de extraños lugares y que, por exóticos, aún se desconoce, oficialmente, sus orígenes.

A medida que el guadañar de esmerila a degüello, las negras fauces se han devorado los sueños de Pepe progreso, un gallego acriollado dueño de algún fundo trasplantado en los vientos pampeanos, hoy carente de nostalgia y de futuro.

El vesivilo de la precipitada diáspora ofrece el lupanar a su ralea, robándole el lábil gesto a su secuestrado, para instalarlo en esas bocas que tiñen los afiches de chirola, de facsímil expresión julio cesariana, del musitar rico de una otrora casa hipotecada, de morsa huyente del pasado, de rencor tirano padecido o de cruz atrapando manos regordetas. Y el crucifijo observa las llagas de su pintura seca, transitado en columnas reclamantes de lujuria, de poder y de boato.

El silencio de una mayor pobreza contempla atónito el deambular de la ignominia. Cortesana supresora de tiempo y esperanza que cohabita la silla tan deseada, sin importar entidad prostibularia que adquiera sus legítimos derechos por falta de mejores arlequines.

Las sombras fantasmales disfrutan su banquete anticipado, burlando la frescura del raptado, habiéndolo convertido en mueca, por medio de la sagaz tortura de un estupro anticipado.

Mientras la dignidad ha sido enviada, en sobre lacrado, a los fantasmas de la guerra para resguardar nuestro sino esclavizado, una orden impartida por los altos mandos de las sombras, prometen liberar a la sonrisa que fuera el 25 de Mayo, pero únicamente por 24 horas. Luego retornará a su sitio programado. Igual que la cruz, que se hundirá, una vez más, en silentes testimonios de verdades caducadas.
Adolfo Vaccaro, escritor argentino | mensajes@adolfovaccaro.com.ar | 2002 - 2024 | Textos disponibles en el sitio: 594