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Poemas y visiones - 03 de Julio de 2010

Matrimonio de gonadas

Matrimonio-de-gonadas
Hamer y colaboradores (1993) se plantearon hacer un análisis de ligamiento del cromosoma X en varones homosexuales (ver también LeVay y Hamer, 1994). Si el cromosoma X contiene un gen que aumenta la probabilidad de que un varón (XY) sea homosexual, entonces los varones homosexuales que estuvieran genéticamente relacionados deberían compartir marcadores en el cromosoma X que estuvieran localizados en una posición próxima a dicho gen.
Frente a este descubriendo científico, deberíamos dar un planteo que determine quién tiene la posibilidad de adoptar y casarse conforme a los criterios que ubican a nuestros medios entre un cúmulo de invasivas experiencias no determinadas por concepción existencial. Una política que discriminando trata de dar panaceas en cámaras sin sentimiento. El ignorado argumento científico y evaluaciones legalistas pueden declarar que las formas vivíficas devienen de un todo indiviso prejuicioso.

La Iglesia Católica – de la cual oficiamos la mayoría de los argentinos – establece en su dogma que la unificación de un hombre y una mujer representa el sacramento del matrimonio. También lo designa el significado de la lengua española. Sin embargo, debemos tener en cuenta la falaz actuación eclesiástica donde el abuso de menores es noticia corriente; el impedimento de que toda mujer – monja – pueda alcanzar relevancia jerárquica; la inquisición; el diezmo extraído a los feligreses y la limosna a aquellos necesitados, propiciado por el amparo de los estados que presupuestan sus cotos de riqueza; la otrora venta del “cielo” a los monarcas de diversas coronas, son el estandarte que promulga la ausencia de testimonios referidos al antiguo y viejo testamento – más allá de las atrocidades que ellos se manifiestan -.

El génesis manifiesta que sólo Adán y Eva fueron condenados. Tuvieron tres hijos. Les pregunto: ¿Cómo hicieron para poblar al mundo, sino a través del incesto?

Ahora quiero referirme a los niños abandonados; sometidos; drogados; utilizados por las fuerzas de seguridad para delinquir; durmiendo en las calles, abusados por pederastas; el rapto para el ejercicio de la pedofilia; colgados de una cuerda desafiando muertes para sentir sensaciones impensadas; los que albergan los orfanatos y aquellos que mueren por desnutrición, producto del reiterativo olvido estadual. ¿Cuál es la diferencia de sexo para ser acogidos? ¿Acaso, lo referencial determinará esta tendencia homofóbica que proclaman los “entendidos” para el día de mañana?

La estolidez que sumerge a gran parte de nuestra dirigencia, eclesiástica y marranos pacatos, son el caldo de cultivo de una mayor apostasía que no deviene del “amarás al prójimo, como a ti mismo”, sino un baldón que sigue sustentando a los pseudo-moralistas del oportuno diseño con panzas satisfechas, que no se ocupan de su descendencia, que se libertina en previas bailanteras suicidas y desprovistos de total humanismo.
Es perentorio que el amor, razón de toda libertad y justicia, promueva el sentido común para incorporar hogares a quienes no llegaron a percibirlo nunca.
Adolfo Vaccaro, escritor argentino | mensajes@adolfovaccaro.com.ar | 2002 - 2024 | Textos disponibles en el sitio: 594