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Ensayos y política - 12 de Enero de 2006

A veces por mucho

A-veces-por-mucho
No hace tanto, los negocios entablados con el poder permitieron el afincamiento de megamercados extranjeros que con el tiempo fueron destruyendo a los minoristas por medio de una competencia desleal, vendiendo los productos por debajo del costo. Método que llevó a la erradicación y quiebra de la mayoría de los almacenes de barrio que durante años vendieron y fiaron a sus clientes que los vieron nacer.
Hoy, curiosamente, el sobreprecio que los supermercados le han puesto a sus productos también están acogotando a los minoristas que tratan de subsistir ante tan feroz competencia. Las dos caras de una misma moneda que en circunstancias extremas, afectan a los mismos damnificados de siempre, es decir al pequeño comerciante argentino.
Los efectos son de público conocimiento, pero las causas tienen origen en planeamientos que fueron elaborados solapadamente entre los gobiernos de turno y las entidades extranjeras, provocando en vaciamiento de nuestro país a cambio de firmas autorizantes y grandes cohechos encubiertos.
Una generación de farsantes "Caponescos" se ha encargado de eliminar sistemáticamente al estado-nación por medio de mafias provinciales y nacionales encargadas de repartirse los beneficios obtenidos del gran botín legalizado por cortes que siguen asociadas al poder político y que también formaron parte de la gran repartija.
Como en una película norteamericana de los años 20 podemos observar estupefactos las ilicitudes corporizadas que se cometen a diario. La incautación de droga bajó de 6.500 a 1.600 kilogramos, haciéndonos ver a gran parte de nuestra niñez y juventud destruidas y en dónde los elementos de control, prevención y seguridad hacen la vista gorda, participando de la tajada que se obtiene de este generoso negocio. Igual que la prostitución, regentada por fuerzas del orden, que establecen tarifas para darle un marco de amparo a esta actividad millonaria. Los cuentapropistas, cada vez más perseguidos si no pagan las coimas establecidas. La delincuencia institucionalizada que roba, viola y mata, sacando provecho de una legislación mal aplicada y permisiva que autoriza la libertad de cualquier trasgresor a cambio de arreglos entre renombrados abogados defensores y jueces cada vez más enriquecidos. La retención indebida y autorizada por la corte suprema de justicia y el poder político de los ahorros de los ciudadanos, cómplices de la estafa democrática que les permitió obtener de manera espuria: mansiones, cuentas bancarias en el extranjero, conexiones influyentes con la mafia internacional que comercia armas, droga, prostitución y políticas que siguen empobreciendo a los países que no pertenecen a la elite del padrinazgo.
Los fantoches "Caponescos" siguen aferrados a su organización delictiva, sin aflojar un ápice respecto a los privilegios obtenidos, siendo respaldados por la corrupción jurídica. Estas muecas de pequeños "Al" no parecen tener igual final por evasión impositiva. Todos serán sobreseídos y nadie se hará responsable de las muertes impiadosas, de los robos estructurales y del vaciamiento y desmembramiento de un país que hipócritamente dijeron defender y representar.
Ahora, cuál es la nueva trampa?. Prometen devolver el 13% a los estatales y jubilados, pero le rebajan a través de la inflación un 40% el poder adquisitivo de sus ingresos, que además afecta a todos los que tienen la suerte de poseer un trabajo.
Sin embargo hay una pequeña luz al final del túnel y es el clamor popular. Es probable que corra sangre de una nueva generación que pretende allanar los caminos de la corporación mafiosa que hoy nos tiraniza y trocarlo en hálitos de esperanza, refundando una nueva nación que dignificará el sentido de la herencia.
Adolfo Vaccaro, escritor argentino | mensajes@adolfovaccaro.com.ar | 2002 - 2024 | Textos disponibles en el sitio: 594