Si vale más la cosa entre sus quienes
siendo poder el hambre del sufragio,
mientras el arma en vida se subasta
y en recompensa se aviene la justicia,
Si la razón culmínase en anomia
dando festejo de indolencia redimida
descuajando su símbolo humanista,
debemos pensar que cosa quieres
dejando de ser quien la pretende.
Si la sombra es destino de los ojos
ignorados por miradas semejantes,
de epitafio vistamos nuestra mano
convertida en circulante moneda.
Entonces, la certeza y la encomienda
de cuerpo vestirá su atuendo
lustroso bronce cubierto de madera
sin trascendencia, ilusión, ni sueño.