Insenescencia
que en adagio verdor
reposa el recuerdo
ajeno al luto del hastío,
dónde cobarde
encóndese en adrolla
la zarpa de otro olvido.
Inmarcesibles
almíbares de un beso
negado al reposo
junto al filo del anhelo,
que trasmigra
en diáspora consigna
por la areola de su velo.
Inimicísimas
sombras del silencio
firmes por dédalo
signado en la ausencia,
dónde suplica
el intangible cuerpo
su amor a mi presencia.