Solfeando pasos me deslizo,
ilustrando con tu cintura
un color de ritmo,
dónde halla el corazón
nuevos tambores
de piel humedecida,
suplicando su rito de entrega.
Dilatado son,
gorjeando saxo de metal sanguíneo,
diluviando espacios
en férreo sueño de cadencia.
Nuestra esencia,
sinónima ansia indivisa,
nutre adicta el germen de la vida.
Renaciente sintonía
espejando la razón del somos
en cuerda de compás
que tensa el deseo
del próximo…….¿bailamos?