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Gauchesco y Lunfardo - 25 de Mayo de 2010
Bicentenario sin tango
Abacanados y descangayados fiocas,
degüellan rango de tanos embretados
en un cerapio portuario desteñido,
cuando el dos por cuatro se bailaba sobre rampas.
De farabutes dones y escuchas programados,
nos empilchan la croqueta del pispeo,
y el Colón se divide cual pintusas,
entre remanye de un hoy con bandería.
La grela apuntadora en el diqueo,
pronuncia abracada entre mecheras,
la rancia bronca que abreva la tajada
en un día tirando el carro como dueña.
El gotán, la milonga y esos valses
que dieron nombre a la identidad ganchera,
ni el fundido arrabal será adornado
en un transitar a pasos de la orquesta.
Cadícamo, Piazzola y nuestro Carlos,
ciudadanos mancados en mi zurda,
serán ausentes, piantados del recuerdo,
por montoto desiderio, tras la curda.
degüellan rango de tanos embretados
en un cerapio portuario desteñido,
cuando el dos por cuatro se bailaba sobre rampas.
De farabutes dones y escuchas programados,
nos empilchan la croqueta del pispeo,
y el Colón se divide cual pintusas,
entre remanye de un hoy con bandería.
La grela apuntadora en el diqueo,
pronuncia abracada entre mecheras,
la rancia bronca que abreva la tajada
en un día tirando el carro como dueña.
El gotán, la milonga y esos valses
que dieron nombre a la identidad ganchera,
ni el fundido arrabal será adornado
en un transitar a pasos de la orquesta.
Cadícamo, Piazzola y nuestro Carlos,
ciudadanos mancados en mi zurda,
serán ausentes, piantados del recuerdo,
por montoto desiderio, tras la curda.