Es imposible considerar únicamente democrático la emisión del sufragio. Si nos involucramos seremos directamente responsables de la continuidad de estas administraciones que hicieron del más coherente sistema conocido, un despropósito que abonó privilegios y mayor enriquecimiento de la clase dirigente. No es concebible que estos seudodemócratas continúen priorizando la falta de justicia, la expropiación de la propiedad privada, el desmantelamiento estadual, la desindustrialización y la constante adopción de medidas anticonstitucionales, generando profusas víctimas mandantes, quienes han alcanzado niveles de pobreza, enfermedad y muerte nunca antes conocidos.
Ninguno de estos asesinos inimputados, responsables del hambre y del abandono de persona, pueden ser candidatos a ocupar el más importante cargo de la nación, dispuestos a apoyar su traste en el sillón presidencial, dado que todos fueron partícipes necesarios para que la república haya caído en un laberinto complicado y sin visos de salida inmediata.
Estos infames, conjuntamente con algunos medios periodísticos, son los que dicen que no entienden porque mueren niños desnutridos si los padres son gordos. Ellos creen que ser obeso es estar bien alimentado, como sucede con Carrió, Baglini, López Murphy y esa minoría que ocupa importantes cargos en los distintos sindicatos.
Esta crisis moral, además, viene aparejada a la dependencia insostenible con los grandes organismos financieros. Entonces, el accionar se estrecha y el cerco se reduce a decisiones que siguen perjudicando a la población careciente. Los lineamientos preestablecidos se vienen cumpliendo a rajatabla y las casi inaudibles propuestas proselitistas son un mero sofisma que no cubren las mínimas expectativas de las clases más deterioradas.
Los índices estadísticos, con que se manejan las encuestas, rayan en el asombro. Ninguno de los cabecillas políticos logran acercarse al 20%. Todos los partidos, sin excepción, están divididos: UCR, PJ, SOCIALISMO, FREPASO, ARI y la mismísima izquierda. Nadie da puntada sin hilo, para así poder ocupar un escaño luego de las elecciones del 25 de Mayo.
Según parece, el favoritismo va de la mano de la tanda exclusiva y mayoritaria perteneciente al neoliberalismo feudal, dueños de las enajenadas pertenencias de antiguas y calámicas sombras que han superado su falta de conciencia, y que son la muestra decadente de un destino que no parece tener retorno.
Y nosotros, los que aún quedamos, continuamos aquí, resueltos a ver fenecer lo que resta de nuestra vitalidad y nuestros sueños, reclamando, disgregados, aquellos derechos que jamás nos asistirán, a no ser por medio de nuestra sangre derramada a los pies del tirano.