Si en contumacia se abreva el bisoño
y la avaricia desquicia el curso de los sueños,
no opongas resistencia al rabo de la anoia
no destruyas la razón que nos debemos.
Quien dilacera nuestro honor en haber propio
discursando al entorno de falaz entrega,
en un ser o no ser, ya ha elegido su dilema
y no debes apostar la sangre de tu siembra.
Cuando la distanasia azota al inocente
y en antanaclasis la infamia se unifica,
la gumífera sombra anestesia la estadística
decretando índices de parcas ignoradas.
Es por es, hermano de mi hermano sepultado
que la verdad de ser es más que la memoria
dónde se estrecha nuestra mano encallecida
en vigilia encadenada al propósito que espera.