Adolfo M. Vaccaro Sitio oficial

Existe un lugar en nosotros donde viven latentes los rencores, las sórdidas miserias y el recuerdo reprimido. Existe una muralla en nosotros que todo lo selecciona, discrimina y somete a conveniencia, separando dos verdades que cohabitan en piedad y egoísmo. Existe un axioma en nosotros que trasunta indiferencia, conciliando el estrabismo de conciencia y el llano oportunismo. Existe un medio en nosotros que nos convierte en ser social o en ermitaño, conforme a circunstancia. Existe una fe en nosotros que raya en apostolado o apostasía, según lo que convenga. Existe un amor en nosotros que en un segundo podemos trocarlo en odio, construyendo y destruyendo al filo de la circunstancia. Existe dolor y placer en nosotros, capaces de corresponderle a ambos en un mismo instante, sin tener idea de dimensión ni destino final que comprendamos. Existe un mundo en y con nosotros que vive sometido a la irresponsabilidad de cada acto que cometemos, sin darnos cuenta de la reacción en cadena que esto genera. Existe en nosotros la búsqueda de la perfección y esa necesidad de dejar aflorar lo peor de la bestia que llevamos dentro, tratando de equilibrar arrepentimiento, indiferencia, brutalidad y grandeza. Existe un horizonte en nosotros que no alcanzamos a vislumbrar pero que se manifiesta en cada una de nuestras acciones y desganos. La evidencia la encontraremos en escaso tiempo y me temo no sea lo que esperamos.