Pensaba en abstracto
pintando palabras.
Se imbuía de lógica
buscando quimeras.
Discursaba realidades
sumergido en sueño.
Pisaba la tierra
por senda de nubes.
Su imagen en lago
desvanecía moléculas.
La verdad coherente
cabalgaba ideales.
La lucha material
se diluida en emoción.
Páramos de experiencia
hallaban intuiciones.
La nutriente mundana
lo hizo plasma universal.
Prodigaba afectos
consiguiendo soledades.
Leía testimonios
y perdía sus sentidos.
Memorizaba vivencias
obteniendo vacíos.
Orientaba la esperanza
negando el absoluto.
Sintiéndose Dios
resucitó al hombre.
Y al volverse hombre - Dios
fue tan grande la abstracción
que dejó de pintar palabras,
desligando su razón
en ara de trascendencia.