Tiempo y muerte,
fluctuación y certeza,
platillos que sostiene
en tersa mano
su ceguera.
No existe ambición
que el fin no detenga,
solamente concurrencia
develando anticipo
de plan irremediable.
Incomprendida elección,
sin lógica que albergue
razón o sentimiento.
Inconsciente desespero.
Exactitud inexistente
prometiendo la vigilia
del destierro,
legando olvido y polvo,
un adiós presente
sujeto en llanto
que envuelve a otro ser
de igual destino.
Se sucederá en tumba
y desvarío
su trascender de abismo,
inexorable,
y en yermo paso olvidará
el hastío,
cuando todo sucumba
en justo osario.