En algodonal presagio
trasvolando robles
el lienzo de hombría
se tiende en su vientre
ayunando resolana
en noción de simientes,
prodigadas, sobre estrellas
que alumbran mañana.
Voces logran
eco de esperanza
devanando miradas
y abismos labiales
aprisionando espera
sobre sueños dilatados.
Envolviendo noctámbulas
distancias
se desflora la añoranza
sucumbiendo párrafos,
tu alianza,
que deviene de cantos
trashumantes
y en vórtice de salmos
montaraces.
¿Será la angustia
trepidando el placer
viandante
de un ayer signado
e irresoluto?
¿Verá la huella
parir su ausencia
cuando mis manos
ajusten el instinto
que preña
otra dolencia?
El algodonal presagio
ilumina claroscuros
de dos almas,
impedidas de mí
por su templanza
y trascendencia
hasta que el viento
nos sofoque.