Ando chalao y perdío
de pinré a chola, partío,
privao siempre en la tasca
sin pirré y sin currela,
pué ya no puedo sobar
y no hay coba que sostenga
apretáa como piños
la angustia que me desvela.
Como longuin de chaval
busco en garito su vera
cambiando bulo de amor
por goce de mi condena
y así me pongo a cantá
acurrucao en mi lache
que perpleja en su camelo
toíta la cruz de este acache.
¡Hay! Virgen de los milagros
cual chepa de triste pure
llevo gastao el corazó
y el alma sobre sus labios
dame entonce la razó
agüilla de algún milagro
o del chungo pensamiento
que alante mi cruel calvario.