El insujeto duelo desmiente sosiego,
el dolor procesiona su inolvidado Guernica,
los hierros retorcidos precipitan sueños
y de boca enorme se viste el bestiario.
El silencio amotina las insuaves sombras
y el yaciente discurso se obvia de culpa,
la misma razón que vomita centurias
cobrándose el paso de inocente vida.
...y aún se desalma el sufragio atentado.