Garfiña con caripela de prócer,
la biyuya,
el marote del rana cachaciento,
se embala,
de coté, a lo punga de arrebato,
saca chala,
del misto chabón empaquetado.
Juna al embrocado de fina jeta,
y le afana,
el marroco y el yugo del futuro,
sin apuro,
pero firme en filo embagayado,
con humo,
como maula viviyo de escolazo.
De la ranfaña surge su zarpazo,
en el baile,
currando el enfarde, de bicicleta
o de betún,
y en zarpe sin encane a la gurda,
el chantún,
acamala su rapiña y piola menta.