Insumisa grieta del abismo.
Escama, movimiento y acuífera morada.
Arena que recorre cada pliegue de tu tiempo
hasta verme en espejismo incandescente.
Bajo tu espejo se devela
la verdad sin rostro
emergiendo disoluta de pasado.
Rigor de enmienda salvada en el aliento
de tu lecho sin génesis ni muerte.
Pinzas abiertas en el azul deseable,
posición de ausencia,
dónde aterece razón y simiente
cuando Atergatis navega su misterio
y la obsesión inmunda mi lamento.