Sigilo de un vértice en besante muslo
rescoldo de pinza
usurpándome
lustrando compases de arrabales idos
recuerdo de lengue
envolviéndome.
Manos crispadas brizando tambores
esclavo insepulto
observándonos
el látigo suena en un dos por cuatro
disueltas pasiones
abarcándonos.
El eco del mundo contempla tu ocho
mordaza del ritmo
entregándote
charol de unos pasos desean tu vuelo
percal de gorriones
renaciéndote.