Torrente de brazos abiertos
que se cierran como pinzas,
renuente paso del tiempo
que resumen mi apetencia.
Mixtura de brisas tenues
fragor de volcán herido,
agudos, graves y breves
en tu decir aprendido.
Magnitudes que se pierden
sin contener al instinto,
ofrendas que tanto hieren
en solitario recinto.
Pasiones...dulces pasiones
que envejecieron mis sienes,
presencia de las visiones
que en tus ausencias retienes.
Cruces de lecho enterradas
en nostalgias olvidadas,
sombras que son entregadas
en tumbas abandonadas.
Epiceyo solitario,
lápida que con su herrumbre
se sostiene en alta cumbre
de recuerdo utilitario.
Palabras que se contienen
en el cauce del reverso,
intenciones que devienen
conformándose en un verso.