Cuando sus primeros llantos prometían rebeldías, fue raptada por los brazos de la desdicha. El conflicto primogénito usurpó su hogar, siendo acogida, luego de atravesar un tiempo de desprecios, por el amor primigenio de sus padres adoptivos.
Siendo muy joven descubre su vocación, cuando el destino le ofrece la pasión de un militar liberal enamorado, quien participó en la emancipación de miles de esclavos, transformándolos en nuevos ciudadanos.
Reinstalado el absolutismo en España, realistas y dictadores invalidan la anterior Constitución proclamada, dando paso a una desmesurada represión.
La muchacha se ofrece de enlace entre el grupo independentista y los encarcelados. Su dilatada participación la vuelve sospechosa, siendo condenada al garrote vil y ejecutada en Puerta de Elvira – Granada -, un día como hoy, cuando apenas tenía 27 años de edad.
Mariana Pineda
¡Yo soy la Libertad porque el amor lo quiso!
¡Pedro! La Libertad, por la cual me dejaste.
¡Yo soy la Libertad, herida por los hombres!
¡Amor, amor, amor, y eternas soledades!
¡Oh, qué día triste en Granada,
que a las piedras hacía llorar,
al ver que Marianita se muere
en cadalso por no declarar!
Último párrafo de la obra de Federico García Lorca 'Marina Pineda'