Cuando la pujanza y el proyecto se plasmaron en acciones y el hotel del inmigrante dejó de hacinar al estafado abolengo con falsas promesas, la ciudad comenzó a crecer conforme a aquellos diseños europeos, que únicamente conocían la clase oligarca del siglo XIX a través de sus viajes.
Monumentos, plazas, avenidas y construcciones mixturaban estilos ingleses, franceses, italianos y españoles, cuyo efecto multiplicador fue alcanzando la mirada de todos los que transitaron el adoquinado de sus calles en sus horas libres.
Renombrados arquitectos e ingenieros civiles implementaron, en su accionar estético, la primigenia construcción artística que aún hoy podemos admirar.
El escritor y comediógrafo, Ricardo M. Llanes, quien naciera el 27 de Mayo de 1927, fue un estudioso destacado en estos temas, llenando de historias a sus cuadernos de Buenos Aires, haciendo prevalecer un estilo impresionista acerca de la vida porteña. 'Teatros de Buenos Aires', 'Desde la ranchería al Colón', 'Pequeña historia de la plaza San Martín', 'Biografía de la avenida Santa Fe', entre otras, han sido sus investigaciones más difundidas.
Para completar este homenaje, cabe mencionar su condición de poeta del lunfardo. Aquí su testimonio:
CONSAGRACION MALEVA
Ricardo M. Llanes
Allá, en Muñiz y Quito, se armó la cosa:
del sur, Zoilo Pereyra; el Noy del Norte.
Y admiró el sabalaje, cómo la rosa
se abrió en pétalos rojos al primer corte
El sábalo Pereyra lo miró al otro,
ahondadas en fiereza sus turbias ganas...
Uno de los Caviglia, le trajo un potro
y se fué, pa�curarse, rumbo a 'Las Ranas'.
El Noy, alta sonrisa de satisfecho,
al limpiar su fiyinga con unos yuyos,
sintió que le agrandaba su fama el hecho.
Y mientras lo escoltaban por su coraje,
su nombre, en la proclama que hacían los suyos,
achicaba las vainas del malevaje