Caen las agujas, campos dolorosos
succionando lágrimas areníferas
desmontado alma, trascendencia,
sobre vaso de incólumes fracasos
sosteniendo razón, negrura nebulosa
de instinto replegando rupestre verbo
y el misterio de haber sido proyecto
en un amor dirimiendo transiciones,
presagiando contienda irresoluta,
anexando deshechos costumbristas
y un diseño de libélulas perfidias.
Un cigarrillo desata ceniza y llanto
esculpiendo raciones motivadas
transitando la noche del espanto,
rugiendo testimonios implorados
sobre haberes de plasma fantasmal
donde el diorama promete vigencia,
ajustado al apéndice de entrega,
renaciendo instantes sobre ausencia
que en beso enardecido antes fuera
pasión prometida de abisales cantos.