Caen las agujas, campos amorosos
succionando entregas areníferas
desmontado alma, trascendencia,
sobre vaso de incólumes saberes
sosteniendo razón, negrura nebulosa,
instinto replegando rupestre verbo
y el misterio de continuar proyecto
sobre placer dirimiendo transiciones,
presagiando contiendas afirmadas,
y un diseño de libélulas lumbreras.
El cigarrillo desata ceniza y canto
esculpiendo raciones motivadas
transitando la noche del espanto,
rugiendo testimonios devanados
sobre haberes en plasma fantasmal
donde el diorama promete vigencia,
ajustado al apéndice de apuesta,
renaciendo instantes sobre esencia
que en beso enardecido será siempre
pasión prometida por abisales labios.
Sumisos madrigales en tropilla
acuden templanza de presente
y, en ayeres se avienen olvidando
este hoy atestiguando firmes garras
amarradas a la entraña suplicante,
disuadiendo volutas cerrazones
donde abrevo el cobijado negror
a la imagen de la noche contemplada,
sumergida en cavadura albergante
entre nuestras cuatro partes de tu lado.