
El amante vuelve paria su razón de entrega
administrando la postrer penumbra del abismo
que subyuga el fundamento en otra espera.
El amante es un guerrero sin bandera,
un corsario que atropella en duda ajena
para tornarla botín a fecha cierta.
El amante convida pasiones clandestinas
desbrozando facultad y pertenencia
trocando sinrazón por más promesa.
Mas, si el amante encuentra semejanza
en compartir amor y clama por tenencia,
se hará virtud, principio y consecuencia.