
Prensil colapso de suspiro
sobre un crisol briznado en el libamen
de a dos, iluminando Latmos
dónde las almas encadenan su parcela.
Es de sombra el jinete que enfurece
la visión de su condena
por un deseo perpetuado en sueño
sumergido al ansia del estigma.
Desespero en voces de Endimión
la gruta de una noche sin estribo
renaciendo Selene de tu lado,
mientras muere de este lado mi delirio.