La internícola visión manual
trasmigra pizarras.
Lumínico abismo
en lunar soledad
por dónde expiran almas
sus cantos de tertulia.
La esgrima digital desquicia
razones solitarias.
Encendida labor
de ilusivo paño
sujeto a la virtual espera
de mensajero espejo.
La boca se harta de palabras
alegando miradas.
Del cubil sonido
el lado oferente
propone cantares de piel
caminando silencio.
La frase agónica y clemente
embiste negrillas.
El local anuncia
su hora de vida
colocando sitio al visaje
asido de fantasmas.