El Poder Ejecutivo de la Ciudad promulgó la Ley de Control Antitabaco, Nº 17990, sancionada por la Legislatura de la Ciudad el jueves 29 de septiembre de 2006. Esta norma busca regular sobre los aspectos relativos al consumo, comercialización y publicidad del tabaco en todo el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.
La ley establece la prohibición absoluta de fumar en los establecimientos de salud y educación de la Ciudad. Tampoco se podrá hacerlo en lugares cerrados de acceso al público y espacios comunes tales como pasillos, baños, corredores, vestíbulos y escaleras, entre otros.
La medida alcanza a restaurantes, bares, confiterías y casas de lunch, cibers, salas de recreación, shoppings, salas de teatro, cine o complejos, y otros espectáculos públicos que se realizan en lugares cerrados. También incluye a los centros culturales, salas de fiestas o de uso público en general en las que se permita la entrada a menores de 18 años, estaciones de subterráneos de Buenos Aires, así como en los sectores de acceso a ellas.
La restricción rige para las instituciones deportivas y gimnasios.</i>
Esta medida no significa que los ineptos de turno estén velando por nuestra salud, es una manera de paliar su incapacidad de lograr un verdadero proyecto sobre qué hacer con el medio ambiente, que tiene decenas de veces más partículas cancerígenas y que respiramos a diario. El gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires ha pasado por alto aquellos alertas mencionados por notorios científicos que han sabido diagnosticar – mediante serios análisis ambientales – el desastre que nos espera a corto plazo, si no hacemos una reforma coherente para sanear lo que ronda a través de la invisibilidad del aire.
Si en un ambiente cerrado, donde se fuma, quedan 50 partículas cancerígenas que pueden – posiblemente – generar alguna forma de carcinoma, deberíamos leer este informe para conocer cuál es la realidad que estamos sufriendo y qué se nos avecina a los porteños.
Las autoridades no se han dado cuenta que existen los vientos. Ellos, solamente piensan que es un fenómeno atmosférico que mueve las ramas de los árboles.
Les sugiero que traten de comprender este artículo y analicen las consecuencias de nuestro devenir.
<strong><u>ASOCIACIÓN ARGENTINA DE MÉDICOS POR EL MEDIO AMBIENTE.</u>
En Buenos Aires, como en la mayoría de las ciudades del mundo, la calidad del medio ambiente empeoró. Un estudio de la Universidad de California del Sur, EE.UU., acaba de demostrar que el aumento de las partículas contaminantes del aire -monóxido de carbono, emisión de gases, smog- afecta directamente al corazón. Las enfermedades "están en el aire": asma, alergias, bronquitis, infertilidad... Además, los especialistas aseguran que los menores son las víctimas más vulnerables.
Apenas desembarcó y pisó tierra, inspiró hondo y luego de exhalar, exclamó:"Qué buenos aires son los de este suelo!" Sancho del Campo fue uno de los hombres que formó parte de la avanzada que llegó a estas tierras para fundar la ciudad de Buenos Aires. Dicen que sus palabras fueron las que le dieron el nombre a la futura ciudad capital del país. Hoy, 400 años después, ni los aires de Buenos Aires ni la salud de los porteños son los mismos.
La calidad del aire empeoró definitiva e irremediablemente, un fenómeno que se repite en la mayoría de las ciudades del mundo. Y es un hecho: la contaminación afecta directamente al corazón.
Esta afirmación, que hasta hace poco era una sospecha, ahora es ratificada por un estudio realizado por expertos en salud medioambiental y cardiólogos de la Universidad de California del Sur, Estados Unidos, presentado en la reciente American Heart Association realizada en Nueva Orleans. Los investigadores hallaron una relación directa entre el aumento de las partículas contaminantes que contenía el aire de la ciudad de Los Angeles y el engrosamiento de la pared interna de la arteria carótida (un indicador de aterosclerosis) en la población mayor de 40 años de esta metrópolis. Descubrieron que por cada aumento de 10 microgramos por metro cúbico de partículas contaminantes, la alteración de la íntima media aumentaba un 5,9 por ciento.
Sobre este asunto el Dr. Branco Mautner, cardiólogo, decano de la Facultad de Medicina y
Jefe del departamento de Docencia e Investigación de la Universidad Favaloro, asegura:
"Este tipo de lesiones puede llevar al paciente a infartos o accidentes cardiovasculares.
Para mejorar la salud cardiovascular de la población, es necesario que se tomen medidas contra la polución". En el mismo sentido, un estudio titulado Air Pollution and Heart: an European Approach indica que "la relación entre la exposición crónica a la contaminación y el riesgo de morir aumenta de forma lineal" y suma a la enfermedad pulmonar obstructiva (EPOC) y las bronquitis crónicas como otros males causados por la polución.
Para el Dr. Martín Sívori, médico neumonólogo del Hospital Ramos Mejía y asesor del laboratorio Boehringer Ingeiheim, "en los últimos años se registraron más casos de pacientes con asma y con enfermedades alérgicas (especialmente rinitis) debido a la contaminación ambiental". Con respecto a que la contaminación provoque la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), tal como se menciona en el informe Air Pollution and Heath: an Eurapean Approach, dice: "Todavía es una presunción. Es cierto que hay estudios observacionales de tipo epidemiológico, pero aún no se determinó una relación causal entre ambos", aclara. Por otra parte, un grupo de científicos de la Universidad de Nápoles, Italia, acaba de demostrar la relación directa entre los humos del tráfico y la mala calidad de los espermatozoides. El resultado es un esperma más débil, menos activo y con un menor potencial fértil.
Peligro, aire contaminado
"Los eventos naturales (incendios accidentales de bosques, explosiones volcánicas, relámpagos, etc.) y las actividades humanas (quema de combustibles, uso de freones, emanaciones de basurales y procesos industriales) son la causa del ingreso a la atmósfera, agua y suelo de sustancias gaseosas, líquidas y sólidas que modifican su composición de manera permanente o temporal y que, además de los cambios en su calidad generan, entre otros, efectos adversos a la salud humana", explica Osvaldo Canziani, físico y meteorólogo.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) el aire contaminado es "aquel en cuya composición existen una o varias sustancias extrañas, en cantidades y durante un período de tiempo tales que pueden resultar nocivas para el hombre, los animales, /las Plantas o las tierras". Los principales contaminantes son el monóxido de carbono (provocado por combustión en lugares sin ventilación), material particulado (proveniente de la emisión de gases de vehículos, de centrales termoeléctricas e incineración de residuos sólidos), smog (compuesto por ozono y otros gases), óxidos de nitrógeno (de vehículos y centrales termoeléctricas), óxidos de azufre (por combustibles e industrias que usan azufre), plomo (por el uso de naftas con plomo, industrias metalúrgicas y humo de cigarrillos) e hidrocarburos (de emisiones del transporte automotor y de actividades agropecuarias).
En Buenos Aires circulan 3.500.000 vehículos, hay 50.000 industrias y varios basurales a cielo abierto. Pero todavía la ciudad no cuenta con un diagnóstico sobre la calidad del aire basado en un monitoreo sistemático. La geógrafa e investigadora del Conicet Diana Durán en su libro Argentina Ambiental, de Lugar Editorial, asegura que "el monóxido de carbono en Buenos Aires llega a límites peligrosos para la salud. El proveniente del parque automotor se convirtió en un gas altamente nocivo para la salud de los porteños. Las normas internacionales fijan para una exposición de 8 horas, sin que esto provoque daños en la salud, un máximo de diez partes por millón (ppm) de monóxido de carbono. En mediciones hechas en el cruce de Pueyrredón y Figueroa Alcorta se encontraron 62 ppm, y en Tucumán y San Martín 33 ppm". Canziani agrega que "La OMS ha establecido que una concentración de contaminación de orden de 50 partes por mil de millón (50 ppmm) ya es critica para la salud.
Así los registros en la ciudad de Buenos Aires son realmente alarmantes". De acuerdo a un estudio realizado por el Ministerio de Desarrollo Social y Medio Ambiente, a través de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental llamado "El cambio climático y la polución urbana", alrededor del 90 % de las emisiones contaminantes en Buenos Aires es provocada por el transporte automotor. "Por suerte Buenos Aires desde el punto de vista geográfico, está ubicada en una Planicie y cuando Sopla el viento, se lleva la contaminación de la ciudad", explica Durán Preocupada por el alto índice de contaminación que tiene la city porteña.
Los más vulnerables
"En 2003, más del 30 % de las enfermedades infantiles fue el resultado de la exposición a la contaminación ambiental, reveló la OMS", asegura la Dra. Lilian Corra -médica pediatra experta en salud ambiental- haciendo hincapié en los menores como las Víctimas más vulnerables ante el deterioro de las condiciones del medio ambiente. Además, es presidenta de la Asociación Argentina de Médicos por el Medio Ambiente y miembro de la Alianza para un Ambiente Saludable para los Niños de la OMS, y sus datos alarman. "Si no tomamos en serio que la calidad de vida y el ambiente urbano deben ser mejorados, las primeras víctimas seguirán siendo los menores de cinco años".
Las consecuencias más graves son enfermedades respiratorias y asma, neurotoxicidad, problemas reproductivos, alteraciones inmunológicas y hormonales y desarrollo de cáncer.
"Uno de cada tres chicos muere por causas ambientales", se concluyó en la '11' Conferencia Ministerial sobre Medio Ambiente y Salud" de Europa. Un informe del International Pop 's Elimination Network, en Estados Unidos, suma más preocupaciones:
"Los bebés nacen con más de 300 químicos de síntesis en su sangre", afirma, y hace notar cómo la comprobación de los efectos potenciales del medio ambiente sobre la salud y, en especial, en el desarrollo de los chicos, es algo reciente "Convivimos diariamente con más de 10 millones de productos que tienen sustancias químicas- apunta Corra-.
Problemas como déficit de atención, hiperactividad, cambios profundos y permanentes en el desarrollo del sistema nervioso que pueden llevar al deterioro mental y alteraciones en el sistema están relacionados con este tema”. Algunas de estas sustancias químicas mencionadas son el plomo (se demostró que origina problemas de aprendizaje, déficit del intelectual y de atención e impulsividad), el mercurio (dificultades visuales, retraso en la adquisición del lenguaje, déficit de atención, de memoria y disfunciones motrices) y contaminantes orgánicos persistentes o COPs (son cancerígenos, alteran el sistema inmunológico y afectan al sistema reproductivo).
¿Y alguien está haciendo algo por nuestra situación ambiental? La respuesta es que el Instituto Canadiense de Salud Infantil y la Asociación Argentina de Médicos por el Medio Ambiente, en cooperación con el Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación y el Ministerio de Salud de Canadá, la Universidad de Ottawa y la Sociedad Argentina de Pediatría, están trabajando en la elaboración de un perfil donde se compilará en los próximos tres años información sobre la salud ambiental infantil en Argentina. A cargo de la coordinación del proyecto está Verónica Monti, ingeniera de alimentos. "Los chicos son especialmente vulnerables a la contaminación y los médicos tienen que estar capacitados para atenderlos y, sobre todo, reducir los peligros", concluye Monti. El trabajo incluye la realización de una encuesta entre pediatras y el estudio de casos puntuales, como por ejemplo uno en la comunidad rural de Misiones, donde los chicos de encuentran expuestos a plaguicidas, y otro en Zárate, provincia de Buenos Aires, donde hay altas concentraciones de plomo.
“Todo podrá ser usado para fomentar la participación política y social. Apuntamos al principio precautorio, a tomar acciones ya mismo”, insiste Monti. “El daño sobre la salud Infantil es irreversible pero evitable. Y afecta a la calidad del chico de desarrollarse plenamente y la productividad de los países. Los chicos son el corazón del desarrollo sustentable. Si no hay futuro para los chicos, no hay futuro para los países”, subraya Corra.
Contaminantes primarios... y algo más Por Osvaldo Canziani (*)
Los motores de combustión producen diferentes sustancias que ingresan a la atmósfera.
Ellas incluyen monóxido y dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno, conjuntamente con los hidrocarburos mal quemados, que forman parte del humo visible que emerge de tales escapes. Estos son los contaminantes primarios, junto con el hollín compuesto por partículas líquidas y sólidas. La presencia de luz solar hace que los óxidos de nitrógeno y los hidrocarburos mal quemados se combinen con otros gases y el vapor de agua de la atmósfera para originar ozono y ácidos de nitrógeno y carbono. Las precipitaciones de agua mezcladas con estos ácidos generan las llamadas lluvias ácidas, que modifican la acidez de las aguas de lagos, reservorios, humedales y corrientes de agua, afectando a peces y plantas y acarreando problemas a la salud humana. Además, los aditivos de las naftas, como los compuestos de plomo para mejorar el octanaje de las mismas, producen diversos problemas por inhalación. Por otro lado, las nuevas naftas orgánicas, como se las denomina, son potenciadas con hidrocarburos aromáticos (bencenos, toluenos y xilenos) que pueden dar origen a enfermedades cancerígenas. Los motores diesel generan una mayor cantidad de materia particulada (contaminantes peligrosos para el tracto respiratorio y, además, cancerigenos) y hollín. Sin embargo, la exposición en plazos cortos no crea problemas serios, sí ocurren en instalaciones fijas, cuando en una fábrica o una usina se utilizan motores fijos a diesel en ámbitos cerrados. La utilización de gas natural comprimido, además de producir cantidades de dióxido y monóxido de carbono mucho menores, no emite partículas.
La polución que enferma
- En Buenos Aires circulan 3.500.000 vehículos, hay 50.000 industrias y varios basurales, a cielo abierto. Todavía no cuenta con un diagnóstico sobre la calidad del aire basado en un monitoreo sistemático.
- Estas son las enfermedades directamente vinculadas con contaminación del medio ambiente: asma, alergia, infertilidad, alteraciones inmunológicas y/u hormonales, problemas cardiovasculares, hiperactividad, autismo, alteraciones en el desarrollo del sistema nervioso.
- Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (en estudio), bronquitis crónica y desarrollo de cáncer.
- Algunas de las sustancias químicas más tóxicas son: el plomo (se demostró que origina problemas de aprendizaje, déficit del coeficiente intelectual y de atención e impulsividad), el mercurio (dificultades visuales, retraso en la adquisición del lenguaje, déficit de atención, problemas de memoria y disfunciones motrices) y los contaminantes orgánicos persistentes o COPs (cancerígenos, alteran el sistema inmunológico y afectan al sistema, productivo).
"En los últimos años se registraron más casos de pacientes con asma y con enfermedades alérgicas (especialmente rinitis) debido a la contaminación ambiental'
(Martín Sívori, médico neumonólogo).</strong>
Señores que ejercen el poder de nuestra ciudad, este artículo fue publicado en el 2004, y, según parece, ustedes están ajenos a la información y sin tener idea de lo que representa el “Bien común”. Verifiquen y accionen sobre la polución que originan las fábricas – recuerden lo del viento -, ríos – también los que circulan subterráneamente -, los automotores – sin filtros -, la calidad de los combustibles, las centrales energéticas, los basurales – sigan teniendo en cuenta la acción del viento -, y después de poner en orden todo lo que no supieron hacer hasta el momento, fúmense un faso.