Trémulas caricias
deponen su mano,
candores sublimes
mecen calendarios
sobre alma bisoña,
corazón y andamio
que emergen destino
de ebúrneo cansancio.
Beso en la mejilla
de mi sueño casto,
cuerpo profanado
de Italia secreta,
primigenio albur
en trigo y simiente,
dilema de labios
sobre piel naciente.
De dizque y brumoso
pensamiento vano
presagia sendero
y en amor, balcones,
tules mantecados
de rubor silente
en pueblo se estalla,
como mis razones,
uniendo la vida,
pasado y presente,
vistiendo futuro
mi ilusión latente.
Utópico sueño
que albergó la mente,
veinte y veinticinco minutos
cual llanto solemne,
trémulas caricias
depuso mi mano
en féretro abierto
de un julio cerrado.