Encaré para un cabarute
a la gurda allá por Salto
acuñado por un taura
que da arrugue su prontuario
El ya me había junado
por la chapil que llevaba,
bien debute y aspamento
ofreciéndome un wiscacho.
Chamuyamos sobre el pucho
de astiya y un buen asunto,
luego, presenta a la grela
que me llevó para el fondo.
Con su mano delicada
buscó manotear el bulto,
no se dio para bombear
y se levantó de apuro
encarando al caferata
quien carburando su testa
se acercó pa’ darme un curro.
Me parló sobre ser ñoqui,
según tacto de la mina,
en la timba del congreso
pues tenía parentela
en despacho de choreo.
El 70 para el quía
el 30 pa’ mi casimba
solo ir una vez por mes
para cobrar el aceite.
Y, aunque hice de careta
cada día veintinueve
me rajaron los contreras
junto a 200 paquetes.